Amaranto (Amararanthus hypochondriacus)

Autor
Colabora: Asociación de Amigos del Jardín Botánico Atlántico de Gijón
Descripción
Nombre científico: Amaranthus hypochondriacus (L) var. “Prince of Wales feather“
Nombre común: Amaranto, alegría, huautli en lengua Náhuatl.
Familia: Amaranthaceae (Amarantáceas)
Origen: México y norte de Sudamérica
Hábitat: amplia distribución. Desde zonas de alta montaña hasta el nivel del mar, y desde áreas con baja pluviosidad hasta zonas de clima lluvioso.
¿Dónde encontrarla?: en la Factoría Vegetal, en la colección de Plantas ceremoniales y tóxicas.
¿Por qué?: por la llamativa forma y color de sus inflorescencias, muy duraderas, que en nuestro ejemplar permanecen desde principios de verano y empiezan ahora a producir semillas.
Curiosidades:
El color rojo o púrpura intenso de sus inflorescencias ha dado nombre al “rojo amaranto”.
Especie ampliamente cultivada como pseudocereal o forraje en muchas regiones templadas y tropicales, por el valor alimenticio de sus semillas, ya consumidas por Mayas, Incas y Aztecas en Centro y Sudamérica.
En época precolombina, sus semillas se mezclaban con miel para hacer figuras de diferentes deidades, que servían tanto para el consumo familiar como de ofrenda en el templo, dónde se consumían mezcladas con sangre de sacrificios humanos.
Nombre común: Amaranto, alegría, huautli en lengua Náhuatl.
Familia: Amaranthaceae (Amarantáceas)
Origen: México y norte de Sudamérica
Hábitat: amplia distribución. Desde zonas de alta montaña hasta el nivel del mar, y desde áreas con baja pluviosidad hasta zonas de clima lluvioso.
¿Dónde encontrarla?: en la Factoría Vegetal, en la colección de Plantas ceremoniales y tóxicas.
¿Por qué?: por la llamativa forma y color de sus inflorescencias, muy duraderas, que en nuestro ejemplar permanecen desde principios de verano y empiezan ahora a producir semillas.
Curiosidades:
El color rojo o púrpura intenso de sus inflorescencias ha dado nombre al “rojo amaranto”.
Especie ampliamente cultivada como pseudocereal o forraje en muchas regiones templadas y tropicales, por el valor alimenticio de sus semillas, ya consumidas por Mayas, Incas y Aztecas en Centro y Sudamérica.
En época precolombina, sus semillas se mezclaban con miel para hacer figuras de diferentes deidades, que servían tanto para el consumo familiar como de ofrenda en el templo, dónde se consumían mezcladas con sangre de sacrificios humanos.